El productor Diego Robot es uno de los fundadores del sello chileno Vaguada Costera, casa que el mes pasado publicó su nuevo disco Dejarlo todo atrás, de una vez. Este post es desarrollado en colaboración con Red Bull Chile.

Diego Linsambarth Cartagena, alias Diego Robot, es uno de los encargados de otorgar cada vez más visibilidad a los movimientos del sello santiaguino Vaguada Costera, casa discográfica activa aproximadamente desde 2014, cubriendo diferentes miradas que convergen en la música electrónica, aunque los artistas asociados al colectivo pueden ejercitar con géneros diversos como hip-hop, trap, dubstep, IDM o el más acelerado footwork.

Dejarlo todo atrás, de una vez, publicado por Vaguada Costera a fines de marzo, es la más reciente referencia del sello, que entre sus filas tiene actos asociados como el productor de la quinta región Dstrcv (Ignacio Morales), el proyecto de rap experimental 847 o los vocalistas Estasi Assoluto y Benjvmin, protagonistas del también reciente Time line EP. Mientras que la música de Diego Robot tiene un carácter instrumental y es capaz de experimentar hacia varias direcciones, 847 se centra en las capacidades vocales de los MCs, pero en en ambos casos los modernos recursos de Linsambarth nos pueden conducir por una espiral de estados de ánimo, ritmos acelerados o ralentizados, sampleos vocales, ambientes arcade y momentos desprejuiciados o curiosos, como una muy personal versión de “Mi casa en el árbol“, de Jorge González.

Entre sus influencias y gustos musicales, el productor reconoce haberse iniciado en el downtempo y el trip-hop, aunque por momentos se interesó igualmente por los sonidos etéreos o ruidosos de bandas como Sigur Ros o Mogwai. Al mismo tiempo, el músico indica que desde siempre se sintió atraído por el hip-hop y el beat vox, hasta llegar a la electrónica de Aphex Twin, luego al breakcore, IDM y el dubstep de Burial y su recordado disco Untrue. Fruityloops y Kaoss Pad 3 fueron algunas de sus primeras herramientas para comenzar a producir, tomando un poco de toda la música que lo ha acompañado. “Cuando era muy chico en la casa siempre sonó Pink Floyd, Led Zeppelin, los clásicos del rock; aparte a mis papás les gustaba mucho Inti Illimani y Los Jaivas, Illapu. Yo recuerdo los discos con rasgos andinos, con eso quedaba loco. En fin, recuerdo que crecí mucho con eso, y luego el rock. Entonces eso generó en mí un gusto, por el tema auditivo. Nadie en mi familia estudió música, pero escuchaban”, explica el productor, que hasta al año pasado tenía su centro de operaciones en Pudahuel. Hoy reside en Ñuñoa.

No es la primera vez que Diego Robot prueba con tantos materiales y formas, ya en su anterior disco Vórtice (2014) daba cuenta de sus diversas inquietudes. ¿Cómo hizo para probar con numerosas referencias sin caer en la dispersión? Sobre los orígenes de sus métodos de producción, nos cuenta: “Al comienzo fue todo muy artesanal. De hecho en mi último disco hay como cuatro temas recopilados de esa época. De hecho en la canción “Veatvox #5″, ese es un beat vox mío, que le bajé levemente el pitch, agregué un bajo que hice en un piano que alguna vez tuve, un sinte bastante económico, pero logré pasarlo al Kaoss Pad y conseguí ese efecto. Y quedó eso. Luego le hicimos un mástering, pero no tiene más trabajo. Así es como he ido fabricando sonidos, más o menos. A veces tomo grabaciones de la calle, de amigos, de fiestas. A veces desde el celular, grababa cosas y luego en la casa las limpiaba un poco, le reducía el ruido y editaba”.

Vaguada Costera en 3 actos

847

En 2012 Diego Robot conoció a Nicolás Caris (alias Estasi Assoluto) en una fiesta de cumpleaños. “Él venía del mundo del rock, del hardcore, pero de chico igual le gustaba el hip-hop, ahí hubo un punto en común”, dice Diego. Junto a otro amigo pronto formarían 847, un trío de rap con un marcado carácter experimental. Esos serían los orígenes del sello Vaguada Costera. “No quería hacer más hip-hop del que ya se estaba haciendo, con todo lo que me gusta y respeto”, aclara Linsambarth sobre sus ejercicios en 847 y su posterior trabajo en paralelo como solista, utilizando esta vez herramientas como Ableton, Kaoss Pad y el editor de audio Audacity, entre otros recursos y máquinas. Más abajo 000 mixtape de 847.

Vórtice, primer intento de Diego Robot

“Con el Nico teníamos ganas de sacar nuestro mixtape como 847 y yo mi disco Vórtice. Todo parte ahí, con 847. Veníamos hablando sobre las ganas de hacer un label, para poder mostrar nuestros temas, y eso. No había mucha más ciencia. Justo en ese tiempo teníamos un par de amigos que estaban haciendo cosas interesantes, y de pronto usar ese nombre de ‘sello’ con justificación para poder mostrar a otros cabros que estaban cerca de nosotros y nos gustaba lo que hacían. Fue tomando forma, hasta que lancé Vórtice (2014). Lo lanzamos en Pudahuel y ese disco tiene mucha influencia dubstep y hip-hop. Fue un trabajo muy casero y hasta lo sacamos en CD. Ese es un poco el norte de Vaguada Costera: poder publicar gente que nos gusta, pero que igual exista resultado en físico. Hasta ahora hemos editado en CD”, comenta Linsambarth sobre los propósitos del sello Vaguada Costera, y agrega: “Con lo que hay, hacer lo que más se pueda. Eso es un poco nuestra filosofía”. A continuación el streaming de su disco Vórtice.

Varios artistas: Junta de vecinos vol. 1

“Vaguada surge desde la amistad, ese es el origen. Entonces lo que nos gusta a través del sello es poder sacar gente que nos guste su música. Estamos entre géneros como el trap, hip-hop, dubstep, footwork, juke, etc, música que tenga beats, no solo techno o electrónica, sino que tenga algún ritmo sincopado que ofrezca algo fresco. Tratamos de mostrar algo auténtico, muy honesto también. Las pretensiones no son conquistar el mundo y nada así, sino es algo que nos haga sentir bien. Y creo que eso en la música se puede transmitir”, explica el productor sobre las características del sello, cuyo trabajo se basa en la colaboración entre sus miembros. Junta de vecinos vol. 1, por ejemplo, es un mixtape bastante representativo en cuanto al espíritu y sonido del sello, y cubre a varios de sus artistas y colaboradores. “A todos los cabros que están ahí los conocemos, de alguna forma”, dice Diego Robot, que además anuncia nuevas referencias desde la etiqueta, que deberían llegar en los próximos meses.

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