Lo que pasa es que se ha perdido el gusto en Super 45, me dijo A. Bueno, quizás es cierto. La pregunta de fondo es, si eso es así, cuál fue el gusto que se perdió. Difícil responderlo.

Así fue como decidimos hacer un listado alternativo al de los mejores discos del año. Porque los procesos tecnológicos ni las deliberaciones de última hora siempre llevan consigo perdedores. Inmerecidos perdedores y olvidados. Quedan afuera momentos y discos que quisimos destacar además de lo obvio.

A continuación les mostramos el resultado de este experimento. Un listado anárquico de lo mejor y peor del año según el equipo y a continuación algunas palabras para esos discos que merecen una escuchada a pesar de ser olvidados por el ranking final. Que lo disfruten.

Mejor show en vivo: Sonic Youth. Mención Honrosa: Jens Lekman. Otras menciones: Pet Shop Boys, Calle 13, REM, No Age, Radiohead.

Peor show en vivo: Prefuse 73. Mención Honrosa: No Age. Otras menciones: Thieves like Us, Radiohead, Chris Cornell, Depeche Mode, High Places. Mención honrosa para los teloneros de Tricky y los de Sonic Youth.

Disco más decepcionante: Why? – Eskimo Snow. Mención Honrosa: Zero7 – Yeah Ghost. Otras menciones: The Flaming Lips, Junior Boys, Who made Who, Mike Patton, Cat Power, Editors.

Mejor single: Animal Collective – My girls. Mención Honrosa: The Reeling – Passion Pit. Otra mención: Phoenix – Liztomania.

Mejor remix: Fever Ray – Seven (The Twelves remix). Otras menciones: Animal Collective: My Girls (El Remolón Cumbia Remix), Phoenix – Lisztomania (Classixx Remix), Bear Hands: What a drag 7″ (Too Pure), Röyksopp – This Must Be It (feat. Karin Dreijer-Andersson), Yeah Yeah Yeah’s – Heads Will Roll (John Roman Remix).

– Mejor Video: Oh no ono – Swim. Otras menciones: Fever Ray – When i grow up, Moray Mclaren – We got time, Firekites – Autumn story.

Otras categorías que no concitaron interés: Mejor grupo o solista nuevo, The xx; Grupo o solista con más potencial: Washed Out y The Drums; Mejor concierto de banda nacional: Congelador en el estudio elefante, CAF en Teatro Oriente; Mejor DJ Set: Bibio.

Discos destacados fuera de ranking:

Sunset Rubdown – Dragonslayer (Joseph Simon)

Pareciera ser que el camino a seguir por Spencer Krug es limpiar los sonidos, ampliar sus dimensiones y desafiar a quien se a atreva a escucharle. Una cosa es clara, las letras son más concretas, las paredes más sólidas y la voz más segura. Todo parece indicar Sunset Rubdown está en muy buen camino a conseguir el disco perfecto que tanto anhela. ”

Headlights. Wildlife. Polyvynil (Marcelo Mena)

El tercer larga duración de Headlights muestra su dominio de los códigos del pop wilsoniano ya está completamente inserto dentro de su DNA.  Incluso permutaciones de los pasajes más pop de His Name is Alive. Habiendolos visto nacer de otras bandas como Decibully, es un placer escuchar sus épicos himnos pop como Telephones, Secrets, Get Going, Love Song For Buddy. Silenciosamente Headlights se posiciona sólida dentro de las bandas indie pop del midwest americano.

The Raveonettes – In and Out of Control (Roberto Doveris)

Sune Rose Wagner y Sharin Foo regresan a las pistas con su quinto LP tras el oscuro Lust Lust Lust (2007). “Suicide” y “Last Dance” además de oler al shoegaze por el que ya han demostrado cierto apego vienen cargadas con la energía de un pop épico y luminoso sinceramente irresistible.

Peter Bjorn and John – Living Thing (Edgardo Milla)

Tomando distancia de las canciones pegajosas, Peter Bjorn and John, volvió este primer semestre, con un disco luminoso y cálido, pero reforzando la melancolía de algunos tracks del Lp que los catapultó a la fama hace un par de años

The Big Pink – A Brief History of Love (Rodrigo Ferrari)

En medio de tanto beat y loop, el trabajo de Robbie Furze y Milo Cordell devuelve la fe en el rock. Etiquetarlos de shoegaze sería un facilismo imperdonable. Acá hay música de exquisita selección, que debe ser escuchada con la misma disposición con que entras a una sala de espera de aeropuerto, listo para todo.

The Fiery Furnaces – I’m Going Away (Cesar Dubó)

8º disco de la dupla de hermanos más prolífica de NY. 12 canciones que más que un disco, es una clase magistral de cómo experimentar y aún así, sonar a clásico. Mención aparte al genial Take Me Round Again, reinterpretaciones del mismo.

The Kinks Choral Collection. Ray Davies y Crouch End Festival Chorus (Carmen Duarte)

Los hits The Kinks en versión coral larger than life con Ray Davis como artífice iluminado viejón es un paso justo y necesario para revertir la injusticia histórica de eternos underdogs que afecta a la banda. Fue el único disco este año que en su sonoridad solmne pareció mucho más divino que terrestre: aprendan chicuelos!

Cymbals Eat Guitars – Why There Are Mountains (Autoeditado) (Nico Castro)

El debut de este cuarteto neoyorquino es uno de los más intensos y potentes del año. Su culto al indie rock estadounidense de principios de los ’90 no se refleja sólo en su sonido y estética de baja fidelidad, sino también en la capacidad de crear un trabajo honesto y emocionante desde la vereda de la auto gestión.

Mono – Hymn to the Inmortal Wind (Temporary Residence) (Rodrigo Jara)

El post-rock vive una crisis creativa de años, pero Mono se transforma en el exponente que revitaliza el género con una obra que vuelca la composición y ejecución hacia el auditor para su pleno goce y ha procedido a dar un salto en su carrera y de una manera inteligente superar su propio techo y crear una de las obras más bellas y complejas que el post-rock haya producido en los últimos años. Un disco que será para el futuro un referente clásico de toda una generación ligada a este tan manoseado género.

Pedro Piedra – Oveja Negra (Macarena Lavín)

No hay mejor título para bautizar el disco debut que Pedro Piedra, porque estas 13 canciones son su retrato hablado entre biográfico y nostálgico, que se puede oír desde la primera canción del álbum: “Inteligencia dormida”. Es la introspección en tono triste y lúdico, pero con altas dosis de humor.

Piano Magic – Ovations (Rodrigo Salinas)

Brendan Perry meets Glen Johnson!. Lo étnico, ambientaciones románticas-fantasmagóricas, y el clasicismo de belleza sublime son algunas de las variantes al post-punk esencial que es lo que aquí se destila con clase.

Tara Jane O’neil: A ways away (K records) (Rodolfo García)

Poseedora de una voz de ensueño y de un talento sutil para extraer texturas sónicas de instrumentos acústicos, esta songwriter confirma sus habilidades en este bello disco de folk.

A place to bury strangers – Exploding head (mute) (Boris Orellana)

Con este segundo álbum, estos neoyorquinos vuelven a mostrar canciones con altas dosis de electricidad , que logran sonar mas luminosas que su debut homonimo . Un disco con guitarras potentes para perderse en el ruido blanco.

Jeremy Jay – Slow Dance (Claudio Ruiz)

Probablemente uno de los discos pop más delicados que escuché este año, Slow Dance tiene canciones de esas queribles, de esas que te dan ganas de tararear en la ducha. Con sintetizadores y guitarreos suaves, Jay confirma lo que experimentaba en su primer disco, esta vez jugando a una extraña melancolía pop. Will You Dance with Me? es un hit de hits.