Death era el nombre perfecto  para una banda de rock, pero a la industria discográfica le dio susto. “Los firmamos si es que cambian su nombre”,  les solían decir ¿la respuesta de la banda? “Absolutamente no”, y así en todas las casas disqueras más importantes. Corría 1973 y Death eran rechazados de todas partes. No calzaban con nada: tres hermanos afroamericanos en Detroit haciendo proto-punk. El rock era música de blancos, era el prejuicio.

Chicos como ellos seguramente tendrían que haberse dedicado al soul o a la música disco y llevar el sonido Motown. Pero no.  Habían nacido un poco despues que los incendiarios MC5 y The Stooges, sin embargo serían un adelanto de lo que vendría años más tarde con Ramones en Nueva York, sin la suerte de ellos, claro. Finalmente un disco de Death no salió hasta el 2009. Con For the whole World to see Death  se consolida como una banda de culto, atrayendo a nuevas generaciones.  Una historia demasiado increíble para ser verdad y es verdad. Por eso hay que ver el documental.

Aquí el trailer

Y aquí dónde y cuando verlo

A band called Death
Domingo 8, Teatro NESCAFÉ de las Artes, 16 hrs
Sábado 14,  Centro GAM, 20:30 hrs.