José James en Chile
Martes 20 de octubre @ Teatro Nescafé de las Artes
Ciclo Santiago Fusión

Fotografía: Javier Valenzuela, Facebook Teatro Nescafé de las Artes.

El debut de José James en Chile duró un poco más de dos horas. Tiempo suficiente para comprobar que el cantante y compositor posee una calidad vocal impresionante, acaso inédita en el panorama del soul, jazz, R&B, hip-hop o donde sea que lo etiqueten.

Junto al tecladista argentino Leo Genovese (teclados), Solomon Dorsey (bajo y voz) y Nate Smithun (batería), un trío de avezados músicos cuyo ensamble ciertamente es mucho más que el simple acompañamiento de sus canciones, James hizo un recorrido por prácticamente todo su repertorio, incluidos temas de su debut The dreamer (2008), trabajo que llamaría la atención del sello Blue Note, que no dudaría en ficharlo algunos años más tarde.

James sabe que su público es amplio, porque su música puede ajustarse tanto a los circuitos jazzeros como al fan del hip-hop o nu-soul. No en vano han intentado colgarle la pancarta de “jazzman de la generación hip-hop”. Por eso tampoco es novedad que en su repertorio en vivo incluya “Park bench people”, un clásico rapero de los angelinos Freestyle Fellowship, con una llamativa interpretación a medio camino entre la técnica del jazz, el freestyle y la improvisación.

Pese a la lasitud de algunos pasajes, la voz y temperamento de James en el escenario lograron contagiar a los asistentes, especialmente con temas como “Trouble”, lo más parecido a un hit en su cancionero; la solemne y sensual “Come to my room” y la -aunque fugaz- aplaudida cita a “Promise in love”, apenas advertida entre “Body and soul”, de su adorada Billie Holiday, incluida en el tributo Yesterday I had the Blues: The music of Billie Holiday, su última placa publicada este año.

Son un montón de canciones y espero que entiendan que no puedo hacerlas todas. Algo parecido a eso dijo James en los primeros minutos de su show en Chile, que además incluyó un breve homenaje a Bill Withers, a quien reconoció como una de sus grandes influencias. La versión de “Ain’t no sunshine” fue uno de los puntos altos de la noche. Para el cierre, el cantante reservó probablemente lo más emocionante de su visita a Santiago: “Strange fruit”, otra cita a Lady Day, fue un verdadero himno que interpretó solo con la ayuda de su pedalera de efectos. Sin estridencia, en su paso por Chile José James invocó con soltura lo mejor de varios mundos.