Todo el mundo está hablando de DAMN, el recién estrenado cuarto disco de Kendrick Lamar. Aquí te contamos quienes estuvieron detrás de este trabajo. Este post es desarrollado en colaboración con Red Bull Chile.

El rapero oriundo de Compton Kendrick Lamar ya es toda una figura en las grandes ligas del hip-hop mundial, aunque como sabemos, su música puede traspasar géneros y estilos musicales. DAMN, considerado su cuarto disco, aunque el año pasado sorprendió con el mixtape Untitled unmastered, tiene varias sorpresas y algunas diferencias con sus trabajos anteriores, pero en ningún caso baja la guardia en términos de calidad musical.

Visto con desconfianza, DAMN podría ser el hermano austero de To pimp a butterfly (2015), un disco soberbio y ambicioso, lleno de grandes momentos. DAMN, en cambio, tuvo sus primeras andanzas con un single titulado “Humble”, que descubría algunos de los trucos del californiano, esparcidos aquí en 14 nuevas canciones. Es verdad, lo último de Kendrick puede coquetear sin prejuicios con el pop (feats de Rihanna y ¡U2! mediante), pero también incluye certeros guiños underground como “Duckworth”, track final firmado por el productor 9th Wonder, miembro de Little Brother, a estas alturas unos clásicos del boombap y rap independiente.

DAMN es también el trabajo que muestra a Kendrick cada vez más conectado y comprometido con Top Dawg Entertainment (TDE), sello y colectivo liderado por Anthony “Top Dawg” Tiffith, quien además estuvo presente en varios tracks del álbum, aportando en labores de producción o simplemente supervisando el resultado. Sounwave (Mark Spears), otro de los productores con presencia en el disco en temas como “Love” o “Lust”, pero especialmente en el ambiental “Feel”, es uno de los secretos mejor guardados del team de producción en TDE, y el encargado de acercar las personales e ingeniosas líricas de Lamar a los sonidos más sofisticados del R&B y soul. Con base en Compton, Sounwave ha producido algunos de los mejores cortes de artistas ligados a TDE como Isaiah Rashad, además de firmar “Bitch don’t kill my vibe”, uno de los hits de Kendrick, incluido en su recordado Good kid, M.A.A.D city (2012).

Al igual que en To pimp a butterfly, la nómina de colaboradores y productores de DAMN es extensa, aunque esta vez hay acercamientos algo más profundos a lo que podríamos llamar trap, con la incorporación del hábil Mike WiLL Made-It, entre lo más solicitado del género en la actualidad y padre del single “Humble”, parte de las texturas corrosivas y rudas del disco. Bekon, que en primera instancia causó bastante revuelo por la escasa información sobre su apodo, resultó ser Daniel Tannenbaum, alias Danny Keyz. Su nombre figura en varias canciones del álbum y su experiencia anterior incluye trabajos para Dr. Dre o BJ the Chicago Kid, entre otros.

Preciados detalles: The Alchemist, James Blake, Thundercat y más

Las inspiradas e íntimas letras de Kendrick encuentran su lado más confesional en temas como “Fear”, donde expone sus miedos de juventud, el rechazo de algunos miembros de su familia y varias reflexiones sobre el éxito. “At 27 years old, my biggest fear was bein’ judged”, rima en el tercer verso, sobre un beat producido por The Alchemist, asociado al team underground Dilated Peoples y presente ya por varios años en el imaginario del hip-hop independiente, gracias a su trabajo con distintos artistas de la escena. ¿Es una colaboración improbable? No tanto si pensamos que a Kendrick le gusta dar señales de vanguardia o clasicismo.

Otro que entra a la logia de Kendrick de manera sorpresiva es James Blake, identificado al comienzo como J.Blake, que apenas se asoma en la producción de “Element”, entre las atmósferas preparadas por Bekon, Tae Beast o Sounwave, práctimente el team de TDE en pleno. La incorporación de Blake, casi testimonial, es de todas maneras señal de la amplitud de criterios llevada a cabo por el de Compton. Con algo de imaginación, al final se puede advertir la taciturna y maravillosa presencia del crooner británico.

Y entre los músicos del disco, destaca un par que siempre deja su característico sello: Kamasi Washington, que embellece “Lust”, firmada por BadBadNotGood, Sounwave y DJ Dahi, donde incluso hay un cameo vocal de Kaytranada. El bajista Stephen Brunner (aka Thundercat), en tanto, pasó nuevamente por el estudio y dejó su marca en “Feel”, probablemente el track más emotivo de la última placa de Lamar. Con todos estos antecedentes, no sería raro que DAMN encuentre un lugar entre los mejores lanzamientos de este año. Más abajo el streaming.