NRMAL 2016: entre la sorpresa y la nostalgia Super 45marzo 23, 2016BlogConciertos0 Comentarios Desde México, nuestros corresponsales, Gonzalo Salinas en el texto y Lucirene Castellanos en las fotos, nos cuentan los detalles de cómo estuvo la pasada edición del festival NRMAL que tuvo lugar el 12 y 13 de marzo en Ciudad de México. Aquí el reporte: El fin de semana recién pasado se realizó una nueva edición del festival NRMAL en la Ciudad de México, festival que se consolida como uno de los encuentros más atractivos en Latinoamérica para apreciar desde novedades y experimentos hasta clásicos como Low o el retorno de Slowdive. Nuestro corresponsal Gonzalo Salinas asistió las dos jornadas y nos lo cuenta en detalle. DÍA 1 Te predispones a regirte por el itinerario, lo que depara una extraña ansiedad por disfrutar lo más posible, sobre todo de la música, pero lo primero que haces en este tipo de eventos es reconocer terreno en el pasto, las zonas del bar y el área de comida, punto de encuentro en que buena parte de los asistentes pasa la mayor parte del tiempo. A través de pasadas ediciones, NRMAL se ha caracterizado por dar especial énfasis a las nuevas propuestas y mantener las raíces de su esencia artística, que integra lo experimental, el underground y de alguna manera la oposición a los festivales más establecidos, aunque poco a poco se suma al circuito de eventos masivos, donde el riesgo no es precisamente la característica Aún así, de entrada nos recibe esta dualidad ideológica: por una parte (SIC), dúo experimental con sonidos guturales y melodías disonantes, muy cercanos al performance brutal y al videoarte; y por otro, en el escenario principal, los alemanes de Aloa Input, con una música bastante amistosa, coqueteando entre la indietrónica y el pop muy característico de su sello Morr Music. Fueron lo suficientemente agradables como para ir calentando motores. Lamentable el horario al que fueron programados (SIC), así como otros exponentes menos conocidos, ya que la mayor parte del público no llega tan temprano y pierde la oportunidad de ver a estas propuestas, que circulan generalmente por el underground o en el circuito de galerías de arte de la Ciudad de México. Mientras tanto, por el escenario amarillo comenzaba el argentino Coiffeur, que dio cuenta de Conquista de lo inútil (2013) y ofreció el alegre y energético show que lo había traído a Chile días antes de su presentación en México. A continuación, en el mismo escenario, los austriacos Bulbul atrajeron público con una especie de weird punk, mezlcla entre el bluesfuzz de Jon Spencer y progresiones repetitivas de buen rock que recordaban a Melt Banana, haciendo total justicia a su divertido álbum de 2014 Hirn fein hacken. Cabe destacar que la distancia entre los tres escenarios era óptima, y por eso hubo tiempo para llegar a Low, uno de los números principales de este primer día de festival. Los de Minessota conquistaron con un pop lento, otoñal y minimalista a un público bastante contemplativo y tranquilo, sin celulares ni nada que distrajera la atención. Una audiencia joven que quizás no conocía Low de siempre, pero que siguió con atención y silencio un breve show que dispuso de One and Sixes (2015) y un par de clásicos de su ya extensa discografía. La tarde continuó con el live act de Kreidler, los garageros de Tijuana San Pedro el Cortéz y la neoyorquina de raíces hondureñas Empress Of, que encendió al público del escenario principal con un electropop muy efectivo. Ya cayendo la noche, en la carpa del escenario amarillo fue el turno de los chilenos Föllakzoid, que dieron rienda suelta a su psicodelia y delays y convirtieron su trance en protagonista de la primera jornada. La noche asomaba y fue el turno de Deerhunter, que con “Desire lines” abrieron un show con algunas versiones alteradas de sus canciones más actuales y una pasada por sus tres discos anteriores. Un rock suave y ruidoso a la vez, que se fuga entre la psicodelia y, en ocasiones, el pop modernista emparentado con The Beatles. A los que no conocían a la banda les pudo sonar un poco tibio y monotemático, pero sus fans acérrimos no se decepcionaron en lo absoluto, tanto así que para muchos Deerhunter se convirtió en el numero estelar de la noche. La jornada continuó con A Place To Bury Strangers, con una descarga importante de ruido que hizo dudar a algunos de usar tapones el próximo día. Distorsión en su máxima expresión y una línea de bajo que cortaba, un rock crudo y oscuro sin grandes aspavientos. Hacer ruido y más ruido, una divertida performance. DÍA 2 La tarde comenzó con Gnucci, que con un beat tentador prendió a los primeros asistentes del domingo, mientras Mark Fell hacía lo suyo con su electrónica experimental desde el escenario principal. Luego fue el turno de Benjamin John Power, aka Blank Mass y la mitad de Fuck Buttons, quien no logró destacarse ni alcanzar la atmósfera característica de su disco más reciente. En general, el público lo confundió con un dj más de la alineación y no prestó mayor atención, apenas bailando algunos de sus tracks más crípticos. No era el horario ni el escenario para su acto. Una de las decepciones. Distinto fue el caso de Jenny Hval, otra representante de Sacred Bones Records, quien conquistó al público del escenario amarillo con una performance que hablaba sobre la muerte y algún tipo de mensaje trascendental y chamánico. No corrió la misma suerte Jaako Eino Kalevi, una especie de American Idol finlandés, con una aparición que no logró captar mi atención por más de dos canciones, pese a que tenía sus fans y una corista que hacía disfrutar un poco más la fría experiencia. Una grata sorpresa fue la actuación de Pierre Bastein, que con sus aparatos dispuestos en una caja de música dadaísta proyectaba un universo romántico y evocador, al estilo de Fluxus y la experimentación sonora de los años 20, mezclándolo con nuevas tecnologías. Un lindo espectáculo que siguió una gran numero de asistentes. Comenzando la noche y abriendo paso a los headliners, Battles ofrecía un impecable show donde la precisión y la energía proyectada en vivo incrementó el entusiasmo por seguir escuchando música luego de dos largas jornadas. Fue una presentación completa y arrolladora, demostrando solidez y consistencia en vivo. Tampoco dejaron pasar la contingencia, manifestando su total desprecio a la candidatura de Trump. SLOWDIVE Siempre es extraño asimilar esos momentos que esperas con emoción, y la expectativa con los clásicos se transforma un poco en incertidumbre de cómo encontraremos a los ídolos después de 20 años. Pero esta vez había total agrado y curiosidad, y una simple y romántica nostalgia. En fin, si bien Slowdive no estuvo activa desde 1995, la banda nunca dejó un vació en la historia del pop, a pesar de que fue reivindicando su legado a través de los años, incluso a nuevas generaciones, principalmente con Soulvaki (1993) y Pigmalyon (1995), verdaderos clásicos del shoegaze, género que definió el sonido de Creation Récords a mediados de los ’90. El show partió cuidado y un poco frío, con ciertos problemas de sonido. Dos canciones de su EP debut Slowdive (1990) abrieron el concierto, que fue tomando calor conforme sonaban clásicos como “Crazy for you” , “When the sun hits” y “Alyson”, entre otros. Los ingleses fueron descubriendo ese ruido evocador que los instaló, junto a My Bloody Valentine, como una de las bandas más influyentes de este sonido, a través de la guitarra de Rachel Goswell, con sus riffs disonantes y potentes que recuerdan el universo nostálgico de sueños y la adolescencia perdida de muchos. Algunos se entusiasman con la idea de un nuevo disco, el tiempo dirá, pero el show fue más bien corto y quizás no se logró la intimidad ni la conexión adecuadas para este tipo de bandas, que funcionarían mejor en un concierto exclusivo y en lugares cerrados. Aún así, fueron la atracción y el principal motivo para asistir a esta nueva versión del festival, que no defraudó en lo absoluto. Como balance general, NRMAL se posiciona como una interesante plataforma en Latinoamérica, donde artistas de diversos continentes se mezclan y potencian y donde siempre cabe la esperanza de encontrase con algo nuevo y ver a estos viejos clásicos de la vida.