Zach Condon es el cerebro detrás de una banda llamada Beirut.

Zach Condon debe haber viajado toda su vida. Y si no lo ha hecho, debe tener una imaginación tremenda.

Porque Gulag orkestar es de esos discos urgentes y necesarios. Obligatorios a la hora de tomar decisiones tan radicales como dejar el cemento y los autos y la televisión y de una vez por todas abandonarte al tiempo y al sol o a la lluvia y a los fantasmas que alguna vez conociste.

La canción número 4, ‘Postcards From Italy’, es de las más lindas que he escuchado últimamente. En serio. Como para envolverla en papel de regalo y enviársela a unas cuantas personas en el mundo. Las que quieras de verdad. Claro está.

Y es que bajo el aparente disfraz de Goran Bregovic, se esconde una de esas delicias que justifican con creces las inversiones desmedidas en tecnología auditiva. Y que con guiños a Magnetic Fields, Yann Tiersen y un montón de música de los Balcanes, logran que al menos dediques dos minutos a pensar ¿dónde diablos estoy?

Obvio. No hay respuesta. O hay tantas respuestas como gente escuchando el disco. Pero esa es una de las ecuaciones que no hay que responder. Ni solucionar. Mejor dejarla en el aire, flotando, meciéndose con el viento, recibiendo de vez en cuando los rayos del sol.

Como Zach Condon y su imaginación.