Más de tres años tuvieron que pasar para volver a escuchar a Flume, y el productor australiano no encontró una forma más escandalosa que reaparecer con Skin, donde deja claro que la música electrónica no se trata sólo de la combinación de sonidos computarizados, sino de una armonía del caos. Con apenas 24 años, Harley Edward Streten ha ganado fama gracias a sus melodías rupturistas y pegajosas y un sonido marcado por los altos contrastes, los silencios abrumadores y estridentes ruidos mecánicos que producen cortocircuitos y crean atmósferas particulares en cada canción.

Skin aparece por la discográfica Mom + Pop Music, donde destacan colaboraciones que van desde AlunaGeorge hasta Beck, pasando por Tove Lo, Kai y Vince Staples. Son 16 temas de un ambiente abstracto y místico, de tonos futuristas y espaciales, que significan otro paso en la producción de Flume, ya que Skin es la perfecta unión entre los sonidos y las sensaciones, lo que genera ese espacio para la abstracción personal. Flume nos saca del planeta, nos desconecta para entrar en otra dimensión, donde la realidad pareciera estar distorsionada, manipulada, llena de posibilidades. El objetivo de este disco está bien logrado: dejar a cualquiera con la boca abierta.