El año pasado la oriunda de Los Angeles Julia Holter figuró en algunas listas de recuento de blogs musicales con su álbum debut Tragedy. Holter, graduada de composición musical, tuvo un muy buen debut al lograr cautivar a cierta audiencia ligada a la música no convencional, con el registro de un puñado de canciones que alternaba pop con texturas de sonido y pasajes instrumentales, diseminados a través de variados estilos como folk psicodélico, drone, new age y pop etéreo. Con un carácter de ensueño, aún así el disco exploraba territorios oscuros y un aura densa era lo que quedaba después de su reproducción.

Este año nuevamente Julia Holter se encuentra en boca de los medios musicales pero esta vez con mayor exposición gracias a Ekstasis, la continuación de Tragedy. Sólo con algunos meses de diferencia, Ekstasis pone a Holter en un lugar más prominente de la escena pop ya que suaviza la propuesta acaparando la atención de un público más amplio.

La variedad de estilos continua en la mezcla pero la voz toma un carácter aún más prominente ya que es el motor principal. Si en Tragedy el foco era deleite sónico a costa de los instrumentos, en Ekstasis la atención está cargada a una especie de barroquismo vocal donde Holter usa su suave voz para crear multiples tracks vocales muy a lo new age.

La tendencia a la estética new age por supuesto no es nueva y muchas de las bandas categorizadas en la ya diluida escena witch house recurren a esas voces características, pero Holter ha tomando un camino distinto optando por un sonido más limpio y depurado, pese a que el disco fue grabado completamente en su habitación.

Momentos enrarecidos y cósmicos como en “Boy in the room” y Oursorrows”, bipolares como la canción que cierra “This is ekstasis”, que en pocos minutos se pasea entre acordes disonantes y secciones de nu-disco. En general el disco es como una colección de pequeñas canciones con un ritmo marcial permanente, siempre como unas mini marchas delicadamente adornadas con diversas texturas y sonidos.

A diferencia de la mayoría de sus contemporáneos, Julia Holter suena completamente atemporal, escapando al actual fetiche del pop ochenteno como revival. Un artista que busca hacer algo distinto será siempre bienvenido y quizás la sobre exposición al caso de Holter es un poco exagerada -no es muy distinto a lo que Vangelis o la misma Enya podrían hacer. Pero es sin duda una de las propuestas diferentes a revisar en lo que va de 2012.

Disponible en Tienda Sonar en formato CD a $ 13.900. Tienda Sonar está ubicada en Paseo Las Palmas, local 017, Providencia.