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Imagínate nadar en un océano de sonidos en una ciudad de colores marcados, rojos, óxidos, azules, amarillos, verdes, todos escurriéndose a gran velocidad alrededor tuyo, como imágenes en flashback. Algo similar ocurre con la música cosmopolita de Sao Paulo Underground en su debut, Sauna: Um, Dois, Tres. Con elementos de electrónica, free samba, jazz y rock, este disco se enmarca en los tiempos modernos con eficacia.

Sao Paulo Underground es un dúo entre el brasileño Mauricio Takara –veterano de la escena subterránea carioca con su banda Hurtmold, con Nana Vasconcellos y Naçao Zumbi– en batería, percusión y programaciones, y Rob Mazurek. Éste último es uno de los músicos más activos de la escena de Chicago: aparte de sus bandas Isotope 217, Mandarin Movie y Chicago Underground, posee un sonido reconocible al ser el trompetista “todo terreno??? de los discos de Tortoise, Stereolab, Sam Prekop y Jim O’Rourke, entre varios otros.

Mazurek, además, es un artista gráfico, un pintor abstracto que busca reproducir propiedades plásticas como el color, la textura y la forma en sus melodías. Este talento reconocido, amén de gloriosas críticas en medios como The Wire, Rolling Stone o el New York Times, reside desde hace un tiempo en Manaus, en el Amazonas, junto a su mujer, una investigadora en biodiversidad.

Sauna: Um, Dois, Tres retoma una mezcla de estilos combinados a la perfección y elegancia. ‘Afrihouse’, por ejemplo, combina un groove sutil con una guitarra cool jazz y la trompeta surrealista de Mazurek, además de algunos vibráfonos que hacen el quiebre. Algo similar ocurre con ‘Pombaral’, un tema que vendría perfecto para alguna inauguración artística o una tertulia de bar: arma la fiesta. El disco presenta una segunda vertiente, más experimental, en canciones como ‘Black liquor’ y ‘Sauna: um, dois, tres’, donde las impresiones y texturas se superponen, oníricas, casi como un soundtrack imaginario a situaciones urbanas. ‘The realm of the ripper’ y ‘Balao de gás’ son dos composiciones de un dub o reggae electro extraño que nos lleva de paseo por los barrios brasileños.

‘Olhossss’ merece una mención especial: es como zambullirse en una piscina en un día con cuarenta grados a la sombra. Este tema acuático y ambiental es la canción que Tortoise siempre ha querido hacer con su batería pausada, levitante, capas lisérgicas de teclados y un bajo atmosférico: un sueño. Con composiciones como aquélla, Sao Paulo Underground demuestra ser mucho más que la suma de dos mundos, de dos culturas. Sauna: um, dois, tres presenta un abanico extenso de nuevos horizontes musicales que van desde Fennesz, el maestro digital austríaco, hasta Gilberto Gil y Miles Davis.