61vq8mchixl_sl500_aa240_ Hay un viejo lugar común, repetido hasta el cansancio por abuelos con moral de tarjeta village, que dice que las cosas más valiosas en el mundo no tienen precio. Y sí, es una frase manoseada y repetida hasta perder todo significado, pero encierra una verdad que, a estas alturas, nadie debería discutir. Podríamos agregar que lo que hacemos sin esfuerzo es igualmente valioso. Después de todo, las personas se retratan más en su espontaneidad que en el ritual. Así que las pequeñas cosas que hacemos sin pensar tal vez valen más que nuestros mejores discursos.

El tema que da nombre al segundo disco del dúo de Josh Eustis y Charlie Cooper es así, una breve búsqueda de la sencillez armada con orquesta de cámara y ruido electrónico. Tal vez sea porque Eustis y Cooper están más cerca de la composición seria, como nos dijeron alguna vez en una entrevista, que esa placidez sea su espontaneidad, que esa elegancia no cueste para ellos esfuerzo alguno.

El disco es mucho más que un solo tema, claro. Y en el resto, Telefon Tel Aviv se dedican a explorar los nuevos sabores rítmicos para sazonar con ellos su planeadora receta de electrónica sintética. Y el resultado es un disco que, si bien recoge los momentos más logrados de Fahrenheit fair enough, los amplifica y los convierte en nuevos deleites que se acercan a la pista de baile, como en la soberbia ‘My week beats your year’.