the-field.jpg

Con un estilo sofisticado y sin pretensiones, el sello alemán Kompakt viene construyendo uno de los pilares importantes de la música electrónica europea. Por sencillo que parezca, la propuesta de los alemanes se presenta como la oferta al futuro de la canción hecha con ordenadores; techno espacial, minimalista, que exhibe un progreso creativo permanente. Bajo estos conceptos, el sueco Alex Willner, cerebro tras The Field, nos muestra su primer trabajo From Here We Go Sublime, otro más de los buenos e interesantes proyectos de esta etiqueta.

Tras participar en algunos compilados del sello, su primer largo es una joya de efectos sonoros sin siquiera decir una palabra, gran hazaña si pensamos en la cantidad de sensaciones que puede lograr cada una de sus canciones. Bajo su ADN, Willner oculta una indescifrable rastro de influencias que van desde el ambient, technopop y el trance; ritmos generacionales que este productor mezcla y resume de manera tan sutil que es casi imposible seguir un simple patrón.

La palabra enganche define perfectamente este trabajo. Canciones de seis minutos no fastidian en lo absoluto, al contrario; seducen por su simplicidad, elegancia y por cierto estado de trance al cual se puede llegar. Willner es capaz de conseguir todo esto gracias a su manejo de ritmos, mezclas y loops sencillos, abusivos pero no en demasía, todo se da en la cuota justa. También su programación no cae en los juegos individualistas ni espacios lúgubres donde es difícil entrar; juega con colores, armonías limpias que envuelven e impregnan el aire de futurismo y que se transforman en una maquinaria techno detallista con ciertos tintes de pop sintético.

‘Over the Ice’, track que abre la sesión, arremete con una caja de ritmos secuencial, coros sampleados y rearmados con pulsos incesantes, ‘A paw in my face’ se desenvuelve tan sólo con el punteo de una guitarra (pequeño extracto de la canción ‘Hello’ de Lionel Richie) y un loop hiperactivo, elementos simples pero efectivos que no necesitan mayor saturación; ‘Good Things End’ es un constante de tambores, voces escondidas entre cavernas que caen en un ambiente mágico y cálido, al igual que en ‘Everday’, donde una suerte de coro aletargado y constante somete a un trance hipnótico inigualable.

‘The little heart beats so fast’ es la composición más convencional de The Field, en la que se dibuja todo su potencial electrodance de lado más ambiguo; en otras cae en las abstracciones, difíciles de digerir y describir (‘Silent’, ‘The deal’), su lado más minimalista e intimo se aprecia con las atmósferas eternas de ‘Sun and ice’, y que cierra con ‘From were we go sublime???, donde ambientación sonora pierde estética pero sigue manteniendo el mismo nivel de emotividad y espíritu que caracteriza a este trabajo.

From Were We … se puede escuchar en cualquier lugar, estado de animo u hora. Ideal para pistas de baile o salas de estar, es una invitación a través de parajes crepusculares, placenteros e irresistibles. Puede que no sea novedoso, pero su capacidad recae en la forma sólida en que Willner construye cada sonido con las proporciones justas, ideales, que lo hacen inagotable.