El hip-hop tal como lo conocimos en su época dorada está en plena retirada, ahora sólo queda un puñado de nostálgicos mc’s sobreviviendo al revival, miles de raperos electros o poperos y los más interesantes productores de hip-hop wonky con coartada instrumental.

En este escenario, un jovencito llamado Tyler, The Creator, escéptico, atrevido y excéntrico, con valentía ha dado muestras de creatividad que si bien tienen sus cimientos (aunque él no lo reconozca) tanto en el imaginario Wu-Tang (responde a la posse y al desprejuicio) como en la implícita violencia de raperos que dan miedo como Flatlinerz, Onyx o Hyenas in The Desert, ha sabido transformarse en referente de una “nueva” forma de abordar el género.

Yonkers“, ese tema que por sí mismo crea un universo de alucinaciones y onírica retorcida, ya es suficiente para prestarle un poco de atención. Transformado en un poeta maldito que no suelta su patineta y que con el apoyo de las malas juntas (su crew OFWGKTA aka Odd Future Wolf Gang Kill Them All ya es mundialmente famosa) ha creado un imperio que recién empieza a mostrar los dientes.

Goblin roza al mismo tiempo la experimentación (“Transylvania”), el pop insomne (“Nightmare”) e incluso el R&b (“She” podría haberla firmado The Weeknd a medias con The Dream). Además, sus atributos lo acercan a ese adelantado hip-hop hecho por trashers blancos (Cage, Aesop Rock), pero no evitan que se tope también con el fantasma del peor rap sureño (“Bitch suck dick” es insoportable) o la amenaza del horrorcore.

Quizá por eso Tyler no entra en la preciada liga de MF Doom o El-P, padres del rap avant garde. Probablemente a él le importe un pepino. Pero tiene tiempo, patota y talento para lograrlo, pese a que en sólo unos cuantos meses lo hayan acusado de homofóbico, rebelde sin causa o la policía lo haya detenido por hinchapelotas y vago (todo un orgullo para un skater).

Infierno juvenil traducido en canciones complejas y un profundo tono de voz convierten a Tyler en una de las revelaciones de la temporada. Basta con ver su twitter para darse cuenta que estamos ante un tipo que no tiene reparos en repartir epítetos por doquier, además de hacer lo que se le dé la gana, sin importar el resto. Por eso Goblin suena tan libre y promisorio, dejando abierta la puerta para que la escudería Odd Future tenga la posibilidad de reclamar su lugar en el juego.

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