Mariana Montenegro estrena “La mar”: Un viaje musical a través del ciclo del agua Hernán Melgarejomarzo 14, 2020Noticias0 Comentarios Tras los singles “Suave”, “Música” y “Reprimiendo”, la ex Dënver Mariana Montenegro estrenó su primer disco “La mar”, diez temas en los que canta sobre la liberación y el desprendimiento a través de metáforas como el agua, la música y el baile. Si en la canción “Dejarte de querer” -la segunda del álbum- Mariana canta “no sé renunciar, dejarte atrás”, en “Río abajo” concluye “ahora estoy sola y es mío el mar”, cerrando así el disco y dejando claro el concepto detrás de este. “En este disco cierro la puerta a distintos caminos que elegí y que en verdad no eran para mí”, explica Mariana. De las diez canciones del álbum, seis son bailables y se mueven en las sonoridades del house y el ítalo disco, siendo inspiradas por su faceta como DJ y en su experiencia como público en las fiestas. “Antes no me gustaba mucho la música electrónica de baile; se me hacía monótona. Fue a través del baile que me conquistó. Comprendí que es un viaje con eventos más aletargados (en comparación a una canción). Es una experiencia colectiva, corporal y extremadamente divertida. A través del baile activé mi sensibilidad por este tipo de música”. La sonoridad de estos seis tracks, marcados por la producción de Alejandro Paz, se separa de lo que había hecho con Dënver y se instalan un paso más allá en lo que respecta a la música electrónica. La mar, a pesar de ser un disco con canciones lentas y bailables, nace originalmente del pie forzado de hacer un álbum para la pista de baile. “Busqué a Alejandro Paz como productor porque me gusta mucho como DJ y también porque tiene varios tracks de su autoría que son muy hit. Sentí mucha afinidad con su bagaje musical, con su lenguaje y visión. Buscamos y perfilamos el sonido y la identidad del disco. Creamos nuevos arreglos y nuevas partes (estrofas y coros que no existían); modificamos estructuras, acordes, letras, sonidos y melodías”, dice Mariana. Sobre las diferencias de su proyecto solista con Dënver, Mariana explica: “En Dënver yo no componía las canciones; hacía arreglos instrumentales, vocales e interpretaba. Ese es uno de los elementos que no había en Dënver. También hay una diferencia en mis letras, que son más emocionales y casi nada narrativas. Finalmente, veo una diferencia en que La mar tiene tracks, es decir, música que no tiene la estructura convencional de canción, como por ejemplo “Suave”, “¡No! ¡no! ¡no!” y “Me resbalan tus balas”. Dënver es muy de canciones. Los restantes temas del álbum son cuatro baladas donde predomina el piano, la tristeza y la melancolía y en donde muestra su capacidad como letrista confesional. “Son canciones que hice a lo largo de cuatro años aproximadamente y que nacen del corazón roto (“Dejarte de querer”, “Nunca jamás”); de la frustración (“Sangre de hielo”); y de la esperanza (“Río abajo”). A pesar de que están relacionadas con diversas experiencias y diferentes personas, siento que todo fue parte de la misma historia, que avanzó en forma de espiral en vez de lineal”, explica. Así La mar se convierte en un disco a la altura del legado de Dënver y a la par de lo que hizo Milton Mahan como solista y, como dice Mariana, en “un viaje musical a través del agua y su ciclo”. ?