El debut en Santiago de Mark Kozelek (ex- Red House Painters) junto a su nueva banda es otro de los grandes atractivos de la segunda versión del festival Otoño Fauna. Acá revisamos su carrera y lo que necesitas saber antes de enfrentarte cara a cara con el músico, productor y ocasional actor de Ohio.

El origen de Sun Kil Moon fue la consecuencia del agónico final de Red House Painters, una de las primeras bandas que cargó con la etiqueta de slowcore/sadcore, haciendo del desgarro y la melancolía el motor que impulsaba canciones altamente autobiográficas. Tras una serie de placas que entusiasmaron por igual a la crítica y al público, registradas al alero del sello 4AD, un engorroso tema administrativo provocó que el disco Old Ramon, grabado en 1998, quedara archivado por tres años. Mientras la banda se desintegraba lentamente por la imposibilidad de llevar una carerra normal, Kozelek apareció en películas de Cameron Crowe como Almost Famous (2000) o Vanilla Sky (2001) y editó por su cuenta el EP Rock ‘n’ Roll Singer (Badman Recording Co., 2000), con versiones de AC/DC, John Denver y temas propios, junto al LP “What’s Next To The Moon” (Badman Recording Co., 2001), dedicado exclusivamente a convertir el rock cargado de testosterona de los australianos en crepusculares piezas de folk acústico.

Finiquitados Red House Painters, Mark Kozelek se alió con su antiguos compañeros de banda Anthony Koutsos y Jeff Vessel, además de Geoff Stanfield y el ex – American Music Club Tim Mooney, para grabar el material que terminaría dando forma a Ghosts Of The Great Highway (Jetset, 2003), disco debut de Sun Kil Moon en donde conviven las habituales influencias de Nick Drake, Tim Buckley y Neil Young (con y sin Crazy Horse) en canciones que remiten tanto a las habituales historias de lugares y momentos que gatillan recuerdos (“Last tide”, “Gentle moon”), referencias a guitarristas de heavy metal (la inicial “Glenn Tipton”), como a las trágicas vidas de boxeadores ya fallecidos (“Salvador Sanchez”, “Duk Koo Kim” y “Pancho Villa”, éste último, apodo del filipino Francisco Guilledo). De hecho, el boxeo ya está presente desde el nombre del proyecto, un juego de palabras con el nombre del púgil surcoreano Moon Sung-Kil.

Dos años más tarde, Kozelek inaugura su propio sello (Caldo Verde Records) con la edición de Tiny Cities, segundo disco que incluye solamente versiones de Modest Mouse. A partir de ese momento, acompañado hasta 2010 por Koutsos y Stansfield (Mooney participaría en proyectos puntuales antes de su temprana muerte en 2012) la carrera de Sun Kil Moon ha transcurrido entre discos que logran igualar o superar a su antecesor (Admiral Fell Promises, de 2010; Benji, de 2014; Universal Themes, de 2015 o el reciente y extenso Common As Light And Love Are Red Valleys Of Blood, de 2017), proyectos compartidos con bandas afines (Perils Of The Sea, de 2013, acreditado a Sun Kil Moon & The Album Leaf) y colaboraciones improbables como el sorprendente Jesu / Sun Kil Moon (Caldo Verde, 2016) a medias con el proyecto actual de Justin K Broadrick, ex mente maestra de Godflesh y Main.

Tras la salida de Anthony Koutsos y Geoff Stanfield, el proyecto ha pasado por diversas encarnaciones que incluyen a Kozelek solo con una guitarra acústica de cuerdas de nylon, hasta grupos que incluyen a miembros fijos como Chris Connolly (teclados), Ramon Fermin (guitarra), Mike Stevens (batería) y ocasionales como el ex baterista de Sonic Youth Steve Shelley o el cantante/guitarrista Neil Halstead (Slowdive, Mojave 3), que han prestado sus servicios en actuaciones en vivo, donde no es raro escuchar algún clásico de Red House Painters o material de la carrera solista del cantautor de Ohio. De todas maneras, la escucha de material de calidad en mayo próximo está asegurada.

Y ya que hablamos de presentaciones en vivo, valga la advertencia: Kozelek se ha esforzado bastante en el último tiempo por perpetuar su fama de tipo huraño, difícil y cascarrabias. Además del incidente que lo enfrentó hace casi 4 años con The War On Drugs tras coincidir en un festival a la misma hora, desencadenando un intercambio de insultos a través de los medios y una “canción/broma” sin gracia, nuestro hombre ha cancelado conciertos a minutos de salir a escena sin justificación y –en el mejor de los casos- dedica mucho tiempo a llamarle la atención a quienes van a conversar y no a escuchar música, derechamente le busca el odio a las personas que registran el momento con su teléfono móvil. Como indicaba el año pasado un cronista de Rockdelux, ir a un concierto de Sun Kil Moon se ha convertido en algo muy parecido a una profesión de alto riesgo, ya que, literalmente, todo puede pasar. Habrá que estar presente para poder contarlo, ya que, tal como cierto movimiento juvenil de los 90’s, esto “tienes que vivirlo”.

Festival Fauna Otoño
Sábado 12 de mayo 2018
Espacio Riesco
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