Pauline Butcher
Malpaso, 2016
407 páginas
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Londres, 1967. La ciudad es uno de los puntos de referencia mundial para los nuevos sonidos, ropas y raros peinados que invadían las calles como señal evidente de que los tiempos estaban cambiando. Pese a estar en medio de ese hervidero de creatividad y color, Pauline Butcher llevaba una vida bastante rutinaria a sus 21 años: Frustrada por no haber estudiado en la Universidad, dividía el tiempo entre sus labores como mecanógrafa en una imprenta y profesora de modelaje de medio tiempo.

Uno de esos días más grises que de costumbre, Pauline atendió el teléfono ante la indiferencia de sus compañeras y aceptó un trabajo de transcripción a domicilio para un tal “señor Frank Zappa”. Pensando que se encontraría con un aburrido hombre de negocios, su sorpresa fue mayúscula al ser recibida por un extravagante larguirucho de barba y pelo largo, que, lejos de ser un diazepam ambulante, resultó ser la persona más carismática y educada que hubiera conocido; y Zappa, encantado con el hecho de que ella fuera totalmente ajena al mundo del rock, le ofreció mantener contacto para trabajar a futuro como su secretaria. Aunque alucinó en colores con su nuevo cliente, Butcher dio poco crédito a la oferta, pero no dudó en cambiar de vida y de país, cuando fue contactada a los pocos meses para ayudarlo en la redacción de un ensayo político, encargado por la revista Life.

Desde ese instante toma vuelo la historia que nos convoca, reconstruida por Butcher gracias a las cartas enviadas a su familia durante los cuatro intensos años vividos en Estados Unidos dentro del círculo de hierro de Zappa, primero en New York y luego en Laurel Canyon, en medio de las colinas de Los Angeles (California), donde la familia Zappa y unos cuantos asociados se instalaron en una casona llamada “la cabaña de madera”, que sirvió como alojamiento, sala de ensayos, estudio de grabación y escenario de pequeños/grandes dramas cotidianos, mientras la redacción del ensayo político era aplazada una y otra vez.

La pluma de Butcher es entretenida y absorbente -cuesta dejar este libro con un capítulo a medias- y con ella nos relata desde los problemas de organización en un hogar donde prácticamente todo el mundo iba a lo suyo, pasando por las constantes visitas de músicos famosos, los múltiples proyectos de Zappa, su evolución como compositor y los conflictos que esto le acarreó con su banda The Mothers Of Invention (a la que terminaría disolviendo), su vida amorosa o el constante tira y afloja con Gail Sloatman, la dueña de casa que no dudaba en crear conflictos para validarse como la indiscutida segunda al mando. También obtenemos un relato de primera mano con las luces y sombras de uno de los músicos más vanguardistas de la historia: Un hombre que no tenía problemas en recibir visitas a cualquier hora del día, pero se incomodaba si esas visitas duraban más de lo que él estimaba conveniente; un librepensador que se convertía en un dictador autoritario cuando se trataba de lidiar con sus músicos; un devoto amante de su familia que prefería aislarse en su zona de trabajo y sacaba a relucir sus dotes de seductor cada vez que salía de gira, hecho que su esposa aceptó resignada, como parte de lo que incluía estar casada con un rockero.

Entre anécdotas impagables protagonizadas por personajes igualmente pintorescos y episodios dignos de una teleserie del mejor Arturo Moya Grau, la aventura de Pauline Butcher llegó a su fin cuando decidió volver a Inglaterra, preocupada por temas de salud. Su amistad con Frank Zappa continuaría a través de los años e incluso lo entrevistaría a fines de los ochenta, cuando las vidas de ambos ya habían tomado caminos muy distintos: Ella se preparaba para cumplir su sueño de estudiar en la Universidad, y a él solo le quedaban 5 años de vida antes de que el cáncer lo llevara a la tumba.

De más está decir que este volumen es esencial para los fans que quieren completar el puzzle de un personaje tan complejo como genial. Ahora, para los no-fans sirve como una pequeña-gran clase de historia del rock que de paso entrega uno de los retratos más fieles de un músico que siempre evitó convertir las entrevistas en una disertación de detalles personales. En una de esas, puede que te den ganas de escuchar algunos de sus discos.

¡Alucina! Mi vida con Frank Zappa.

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